A nivel mundial, los reportes de competitividad global, y de las calificadoras de riesgo, dan cuenta de la solidez crediticia de los Bancos Peruanos y de una normatividad adecuada del sistema financiero; favorecida por el entorno económico adecuado de mantener políticas monetarias prudentes, un clima de inversión saludable y un Banco Central de Reserva (BCR) autónomo.
Sin embargo, ¿El mercado financiero Peruano es realmente eficiente asignando recursos a la economía?
Veamos, primero la estructura del sistema financiero, en nuestro País, más del 56% del mercado, lo comparten dos Bancos importantes del País y cerca del 80%, los cuatro primeros. La mayor competencia en el sistema bancario, se da entre estos 04 bancos importantes que ofrecen la mayor gama de servicios bancarios, (préstamos de consumo, préstamos hipotecarios, tarjetas de crédito, seguros, etc.) y esto tiene efecto notable en las tasas de interés activas, que son una de las más altas de la región.
Las cajas municipales y rurales, si bien son grandes competidoras, de la banca múltiple, (Porque tienen variedad de productos y operaciones), especialmente en las regiones del País, la participación del conjunto de las Entidades financieras no bancarias, es mínima en el sistema financiero nacional, no sobrepasa el 4%.
En segundo lugar, los índices de bancarización son bajos en el Perú, aun cuando se reconoce que esta situación la hace potencial, ya que es posible ampliar la cobertura mediante los cajeros corresponsales y cajeros automáticos. En el Perú, se ofrece casi la mayoría de los productos financieros, que se ofrecen en el mundo, el problema, es la baja profundización, así los préstamos bancarios, alcanzan al 31%, las tarjetas de crédito, el 24% y los préstamos hipotecarios al 1%, aunque los cajeros llegan al 85%
El crecimiento económico del Perú ha ayudado a expandir los niveles de profundización financiera, producto del crecimiento de volumen de colocaciones, y depósitos del Sistema Financiero, según los reportes del SBS a diciembre del 2015, en un periodo de 10 años, el ratio de liquidez sobre el PBI, ha pasado del 22 al 30%. Los créditos directos del sistema financiero han volado en el Perú, bordean los 90 millones de soles. El 57% de los créditos directos son comerciales, 22% son créditos de consumo hipotecarios (18%), y créditos, mes (10%). No obstante este aumento, el nivel de profundización financiera todavía es bajo, Chile tiene un ratio de créditos sobre el PBI, por encima del 70% y en depósitos sobre el PBI, cercano al 60%. Además los países desarrollados tienen indicadores de profundización financiera por encima del 100%.
Esta situación refleja una debilidad de la demanda interna, (ingresos personales bajos), el sistema muestra prácticas de operación conservadoras y un bajo nivel de apalancamiento de los individuos y las empresas, perse, una mejor cultura de pago, (los niveles de morosidad crediticia están en un rango de 2.5% a nivel global), aunque el Producto per cápita, está creciendo en el Perú, desde hace una década en forma progresiva.
Por el lado de la oferta, se requiere un mayor esfuerzo de inclusión financiera de parte de la autoridad financiera, y una mayor eficiencia bancaria. En el Perú, la orientación del crédito está muy concentrado en el sector de los ingresos medios y altos, los desafíos potenciales para el sistema financiero Peruano, son ¿Cómo involucrar a ese 60% % de Peruanos que no acceden al crédito bancario?, ¿Cómo desconcentrar el crédito?, hace falta una mayor democratización del crédito, con los sectores de menores ingresos, (D y E), lo cual indudablemente no sólo pasa por el ente regulador para desarrollar políticas más inclusivas que ayuden a democratizar el crédito, sino de prácticas más agresivas de los propios Bancos.