Una de las competencias más apreciadas en el mundo laboral, es la habilidad para trabajar en equipo; Usted puede ser un profesional competente, pero si no tienes habilidad para jugar en equipo, no lo vas a hacer como líder de equipo. Ser líder de un equipo, no es una tarea fácil, requiere tener inspiración para mantener a un grupo unido y fuerte en sus ideales, a la vez de coraje para tomar decisiones, inspirar confianza y credibilidad en la gente, todos estos factores se construyen y afianzan en el tiempo, un equipo se puede venir abajo, como resultado de una mala actuación del líder o de algún miembro del equipo.
Inspirar credibilidad en el equipo, puede demorar, dependerá de las actitudes, valores y competencias del líder, pero recuperar la credibilidad es casi imposible, pero es esencial lograrlo, pues no es posible alcanzar altos desempeños en equipos de trabajo, si es que prima la desconfianza en los miembros de un equipo. A continuación, mencionamos algunos errores comunes que cometen algunos jefes y que destruyen la confianza en los equipo de trabajo:
Mala comunicación
La comunicación fluye en los equipos como la sangre al cuerpo, Si los lideres, no consiguen comunicar con claridad y convicción lo que desean que el equipo logre, dará lugar al “correo de brujas”, los rumores y las especulaciones que suceden en los pasillos de las oficinas, y que dañan la motivación del grupo y provocan reacciones negativas en el equipo. La recomendación a los líderes de equipo es mantener a los colaboradores bien informados y evitar esconder aquellas noticias que pueden ser malas o incómodas. Informaciones veraces y oportunas siempre generan credibilidad.
Las malas decisiones dentro del equipo
Las decisiones es el termómetro de cómo actúan los líderes de equipos, cuando los Jefes fuerzan una situación que a todas luces resulta injusta, los miembros del equipo rápidamente se dan cuenta, y van a tratar de boicotear al grupo, los favoritismos, las preferencias hacia determinada persona, no se pueden ocultar y siempre serán fuente de discordias y pérdida de confianza, especialmente cuando se trata de promociones y ascensos y asignaciones salariales.
La falta de reconocimiento
Los miembros de un equipo aprenden a jugar en equipo, cuando a la par del ejemplo de su líder, se brinda reconocimiento. No hay nada más decepcionante para un grupo de trabajo que su jefe se lleve las palmas solo., que presente como suyas las ideas de alguno de sus colaboradores, que no defienda al equipo cuando se requiera y que no sea capaz de reconocer sus falencias y errores, por el contrario, ofrecer disculpas y pedir asesoría y apoyo en aquellos temas que no domina, engrandecen al jefe frente a sus subalternos.
Falsa Promesa
A veces las presiones por lograr resultados o por evitar conflictos, se cometen el error de lanzan promesas que no estamos seguros de poder cumplir. Si los colaboradores se esfuerzan y ven que el Líder no cumple con su promesa, los miembros del equipo se sentirán defraudados, la confianza se evaporara y el equipo reaccionará negativamente frente a las demandas de su jefe.
La distancia de poder
Cuando el jefe, directa o indirectamente pone barreras que limitan el acercamiento de sus colaboradores, obstaculiza el trabajo del equipo que requiere orientación e impide tomar rápidas decisiones, es muy complicado para un empleado hablar con franqueza y exponer sus ideas e inquietudes frente a un Jefe distante, que no escucha y parece juzgar todo lo que está a su alcance.
Para ganarse la confianza, es importante que sus colaboradores sientan que Usted es un jugador más del equipo, que es el más comprometido con el trabajo y que no le molesta ensuciarse los zapatos a la par de sus colaboradores, saber cómo se sienten los colaboradores, conocer qué les preocupa es fundamental para actuar rápidamente y con decisión frente a lo que factores que puedan afectar la confianza en el equipo.
En conclusión: un Jefe que comete cualquiera de estos errores, no se comunica con claridad, que toma decisiones con favoritismos, que no reconoce el trabajo de otros, que hace promesas y no las cumple o se muestra distante con sus colaboradores, podrá ser un Jefe pero no es un buen jugador de equipo.