La mejor forma de definir a un estratega es conociendo como piensa y actúa, esto tiene que ver con tener muy claro 05 interrogantes; ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Por qué?, ¿Quién? y ¿Cuándo?,
El ¿Qué? define los que quiere lograr, el ¿Cómo?, los medios y recursos que utilizará para lograr la meta, el ¿Porqué? justifica la razón de la decisión, el ¿Quién o quiénes? Los que van a ejecutar la estrategia y ¿Cuándo? el tiempo que prevé para lograr la meta.
Es verdad, no hay nada definido dentro del contexto, lo único que se aprecian son; el momento, las oportunidades, las capacidades y las limitaciones que tiene para alcanzar los objetivos. Relativamente es fácil adoptar posiciones y lanzar discursos a diestra y siniestra, lo cual refleja una total irresponsabilidad para un tomador de decisiones, lo complejo es dar consistencia y coherencia a lo que pensamos y hacemos, es muy complicado obtener resultados esperados, cuando no se tiene claro estas 5 interrogantes.
La toma de decisiones estratégicas es un proceso de selección constante de oportunidades, ideas y de tomar riesgos, no es para mentes poco lúcidas que buscan respuestas a la ligera y lanzan soluciones basándose sólo en la intuición o la experiencia de lo vivido. En la práctica, todo gerente debe actuar como estratega, su posición de tomador de decisiones le exige tomar partido en las cosas y tomar un riesgo, el no hacerlo es renunciar a su responsabilidad y demuestra que no está capacitado como estratega, el estratega escoge sus actuaciones, los momentos y los objetivos que desea lograr y se lanza al ruedo.
Un resultado no es más que la consecuencia de una estrategia, que puede estar bien o mal planeada, los planes estratégicos reflejan la actitud y la capacidad de los líderes para tomar decisiones e implantarlas, de la efectividad que tengan en los resultados, estará definiendo su habilidad como estratega.
En los negocios y la política, es frecuente observar discursos, que a veces parecen sacados de novelas o idearios, son agradables para el oído de la gente o para satisfacer su ego personal. lo cual es un reflejo de un advenedizo. A un ejecutivo que no es estratega se le identifica fácilmente a través de estas 05 preguntas. Como estratega, recuerde que los resultados extraordinarios anteceden a una mente estratégica brillante. Está claro que los que asumen un liderazgo, tienen la obligación de dar consistencia a lo que piensan y hacen, porque de la forma como piensan, están definiendo los resultados futuros y ello repercutirá en la credibilidad y confianza de sus seguidores.