Conseguir una posición financiera, saludable es un objetivo implícito de todo negocio; es consecuencia de un manejo económico y financiero adecuado y prudente de una empresa. Las empresas necesitan organizarse financieramente para conseguir que su producto y sus clientes generen la rentabilidad mínima deseada, y ergo, una situación financiera desahogada; desde el punto de vista de tesorería, significa la capacidad para atender los pagos sin tensiones.
Es conveniente recordar, para que un proyecto avance se requiere lograr un equilibrio financiero entre rendimiento y riesgo (esto es entre rentabilidad y liquidez (lo uno no implica necesariamente lo otro). Es importante analizar cómo están distribuidos los activos y pasivos, y analizar con frecuencia, su desempeño. Comparando los resultados con las expectativas.
Problemas financieros comunes de las empresas:
La mayoría de empresas (especialmente aquellas que no cuentan con una gerencia profesional) sufren de problemas de parálisis financiera, a causa principalmente de políticas erróneas y/o malas decisiones financieras, que repercuten en:
- Exceso de deudas, que hace que la empresa esté trabajando para los bancos y acreedores.
- Endeudarse con costos financieros altos o con plazos demasiado cortos.
- Invertir excesivamente en activos inmovilizados, stocks, clientes, propiciando excesivo financiación; hay empresas que podrían trabajar con la mitad de los activos que poseen, si hacen uso más eficiente de ellos.
- Costos elevados de operación, lo que impide a la empresa obtener los beneficios con el nivel de ventas que genera.
Muchos de estos problemas podrían evitarse, sí la administración instaura una disciplina financiera y respeta los principios y reglas de inversión y decisión financiera; que deben regir en el gobierno de una empresa. En estos casos, también es importante contar con un buen plan financiero para anticipar la gestión y ayudara balancear los beneficios con los costos, inversiones y dividendos que manejan las empresas.
El Plan financiero puede trabajarse con un horizonte de 1 a 3 años, (dependiendo de la estabilidad del negocio) de esta forma se puede comprometer los recursos necesarios para las inversiones, gastos que demanda la empresa, ya sea, para su operación como para su crecimiento.
Principios y reglas a tener en cuenta:
- Operar con el mínimo de inversiones, así se requerirá menor financiación.
- Aprovechar al máximo las ayudas existentes, (subvenciones, préstamos a bajo interés…etc.).
- Gestionar los stocks de forma que no haya más cantidad que la necesaria, (aplicar la teoría de los ceros, cero stocks, cero tiempo y cero costo).
- Gestionar la liquidez, de forma que los ciclos de los cobros sean más cortos que los ciclos de los pagos, una cosa es vender y otra muy distinta, cobrar.
- Conseguir una correcta proporción de capital propio y deuda, para combinar la independencia financiera con el mínimo esfuerzo de los accionistas.
- Tener socios que “aporten” al negocio (capital, conocimiento, contactos.)
- Obtener la financiación más adecuada, en cuanto a costos financieros y plazos de pago.
- Gestionar los costos, de forma que los costos variables tengan mayor incidencia en el costo total, esto ayudará a la empresa alcanzar más rápidamente su punto de equilibrio.
- Vigilar los costos continuamente para reducirlo siempre a los niveles correctos.
- Potenciar aquellos productos y servicios que generan mayor valor para el negocio.
- Mantener activos líquidos en inversiones que ofrezcan rendimientos superiores al negocio.
- Reportar dividendos en base a los beneficios obtenidos a los accionistas, pero sin perjudicar las posibilidades de autofinanciación de la empresa.
- Crecer al ritmo que generan los beneficios y las posibilidades financieras de la empresa.
A todo esto, ¿Cómo está la situación financiera de su negocio?, revise estas reglas financieras en su empresa y verá que puede sonreír financieramente luego.